varias Los grupos reproductores que integran las
aves pueden ser de tamaño variado dependiendo del número de individuos de cada
sexo participantes, esto se conoce científicamente como sistema de
apareamiento. El más común es la monogamia, en la cual
participa sólo un individuo de cada sexo, es decir una pareja. Los patos,
cisnes, loros, palomas, aves de presa y la gran mayoría de las aves canoras
forman parejas de duración variable.
Sin embargo, también es frecuente encontrar grupos
formados por más de dos individuos, a lo que se le llama poligamia. Se
reconocen dos tipos de poligamia; el primero es la poliginia, en
la cual un macho se aparea con varias hembras. En algunas ocasiones, el macho
mantiene juntas a varias hembras durante toda la época reproductiva como es el
caso de las avestruces. Otras aves poligínicas son capaces de copular con
muchas hembras durante el ciclo reproductivo; sin embargo, no participan en las
labores de anidación y cuidado de los pollos ni defienden su nido o territorio
como lo hacen muchos colibríes, turquitos y guacos.
El segundo es la poliandria, que
es la situación contraria, pues en ella una hembra se aparea con varios machos
y también, en ocasiones, los mantiene juntos en un harén. Las jacanas hembras
forman un harén de hasta cuatro machos con los que copulan; los huevos
fertilizados en cada cópula son depositados en diferentes nidos del harén. Cada
uno de los machos es responsable de cuidar un nido, alimentar y educar a los
pollos que en realidad son una mezcla de sus hijos y los hijos de los otros
machos. Otras especies como los alzacolita y los falaropos también son
poliándricas, sin embargo las hembras solamente se aparean con un macho a la
vez, aunque tienen parejas cada estación reproductora.